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Incubación y efectos del virus del Ébola en el cuerpo

Efectos nocivos sobre el cuerpo, cuánto tarda en incubarse y en progresar la enfermedad.

El período de incubación del virus del Ébola varía de 2 a 21 días, pero por lo general es de 4 a 9 días. Conocer el período de incubación de una enfermedad infecciosa es importante para establecer si es seguro poner a un paciente sospechoso a cuarentena, sobre todo teniendo en cuenta que la enfermedad del Ébola comienza a ser contagiosa solo cuando está desarrollada (aparecen los primeros síntomas) y no en su etapa inicial. El período de incubación de una infección se refiere al intervalo de tiempo entre infectarse y enfermarse.


Una semana después de la aparición de los síntomas, los viriones invaden la sangre y las células de la persona infectada. Las células más afectadas son los monocitos, macrófagos y células dendríticas.

La progresión de la enfermedad por lo general afecta al funcionamiento de los órganos vitales, especialmente los riñones y el hígado. Esto provoca una hemorragia interna grave. La muerte se produce poco después por insuficiencia polivisceral y shock cardio-respiratorio.

El virus del Ébola satura todos los órganos y tejidos, excepto los huesos y los músculos motores. Forma pequeños coágulos de sangre que viajan a través del sistema vascular y producen coagulación intravascular diseminada, con un mecanismo que aún no está claro. Los coágulos se adhieren a las paredes de los vasos sanguíneos para formar un "mosaico". Conforme la infección progresa, los coágulos aumentan, bloqueando los capilares. Con el tiempo, se vuelven tan numerosos que bloquean la llegada de la sangre a los diversos órganos del cuerpo. Algunas partes del cerebro, hígado, riñón, pulmón, testículos, piel e intestino se vuelven necróticos porque sufren de una falta de sangre oxigenada.

Incubación del virus del Ébola y efectos
Una de las peculiaridades del virus del Ébola es la brutalidad con la que ataca a los tejidos conectivos. También causa manchas rojas llamadas petequias, resultantes de la hemorragia subcutánea. Afecta al colágeno de la estructura de la piel. Las capas internas de la piel mueren y se licuan, provocando burbujas blancas y rojas llamadas erupciones maculopapulares.

El virus causa inflamación grave, pero algunas proteínas virales parecen inhibir el interféron.

Incluso si una persona presenta signos o síntomas de Ebola, todavía puede transmitir el virus durante el período de incubación. Una vez que los síntomas comienzan, la persona puede seguir siendo contagiosa durante más de tres semanas.

La infección por el virus del Ébola tiene la temible reputación entre la población general de causar rápidamente una hemorragia no controlada y en todas partes. Aunque esto puede ocurrir, la infección generalmente comienza como una enfermedad similar a la gripe, con fiebre, dolores musculares y sensación general de malestar. La gripe estacional puede, por tanto, confundir el diagnóstico. En África Occidental, la malaria presenta también síntomas que se pueden confundir.

A medida que la infección progresa, las personas pueden desarrollar una variedad de síntomas como diarrea, vómitos, dolor abdominal, tos, dificultad para respirar, enrojecimiento de los ojos e hinchazón. Alrededor del día cinco de la enfermedad, puede aparecer una erupción.

Las personas que se recuperan tienden a mejorar de 6 a 11 días tras la enfermedad. En el brote actual, esto sucede alrededor del 45% de las veces, un porcentaje superior a brotes anteriores. Para el otro 55% de los casos, sin embargo, la coagulación de la sangre y un fallo irreversible de los órganos vitales acaba provocando la muerte.